Historia de una escalera es una pequeña gran obra de teatro escrita por Antonio Buero Vallejo, entre 1947 y 1948, y estrenada en el teatro Lope de Vega.
La obra narra la historia de una comunidad de vecinos tras la Guerra Civil y las penurias que, a su causa, han de vivir. Pero no sólo se trata de una historia de posguerra; ni si quiera habla de la Guerra en sí, ni trata de hacer una crítica a las claras, aunque la crítica social resulta obvia en muchas ocasiones, dibujada de una manera muy pulcra. Podríamos decir que Historia de una escalera es la historia de la guerra desde el punto de vista del pueblo, de vecinos de a pie, donde realmente se sufrió la Guerra y, sobre todo, la posguerra.
Pero, lo que realmente llama la atención de la obra y, probablemente lo que haga de ella una historia atractiva y enternecedora, es la historia que gira en torno a los vecinos, independientemente de hazañas políticas. Historia de una escalera es una historia a través de distintas generaciones; es una historia de amor, de arrepentimientos, de envidias, de celos, de promesas que jamás se cumplen, de sueños que se quedan en sueños y, sobre todo, de muertes, de generaciones que acaban y dan lugar a una nueva.
Quizá lo importante de Historia de una escalera sea aquello que en el fondo quiere transmitir Buero Vallejo: el hecho de que las mismas historias se repiten en diferentes generaciones. Errores que cometieron nuestros padres y que quizá heredamos; promesas con las que engañaron a nuestros antecesores y con las que nos engañarán. Se repite el escenario, todo gira en torno a un mismo espacio, que es la escalera de un portal, siempre inmóvil, siempre igual pero cada vez más viejo, como sus vecinos; y se repiten siempre las mismas historias, como si hicieran eco por los escalones y jamás pudieran escapar de allí.
Una obra que te sumerge por su cotidianeidad, su delicadeza y su modestia; una obra que te hará reflexionar acerca de una sociedad quizá no tan distinta a la de hoy en día.