Dedicado a mi gato Felipe por su cameo en esta novela
Estamos, queridos lectores, ante lo que creo que es mi descubrimiento literario obsesivo del 2022: Eduardo Mendicutti. Para los que -como yo- no lo conocían, es un escritor y periodista de Sanlúcar de Barrameda que tiene un porrón de premios y obras.

Para que vuelvas hoy.
Barcelona: Tusquets, 2020
Este es el libro con el que lo he descubierto: Para que vuelvas hoy, que encontré en la sección de recomendaciones de la biblioteca y que, como veis, debe de ser de las últimas que ha escrito. Es una novela cortita donde la protagonista, ya anciana, hace memoria de su vida entremezclando diálogo y monólogo interior. Los diálogos se dan entre sus dos cuidadoras y los monólogos entre las cabezaditas que da cuando no tiene ganas de hablar.
Esta técnica es inteligente y acertada, ameniza más ciertos momentos de la historia, ofrece un descanso al lector y sirve de elipsis para contar solo lo que es necesario. Además, entre la historia que se cuenta, se van intercalando párrafos simbólicos y muy poéticos sobre las sombras, nuestras propias sombras.
Las sombras son de carbonilla, con lo bonito que es que sean como polvo de oro. Las sombras suenan como un río tapado por los juncos de las orillas. A veces, aparece el cuerpo de un ahogado en el río de las sombras, un cuerpo que siempre reconoces. Tu cuerpo. Entonces, despiertas y compruebas que vives1.
La personalidad de Isabel Peñalber, la anciana narradora, es entrañable, graciosa y un poco arisca; y todo lo que nos cuenta gira en torno a una experiencia que tuvo con un hombre llamado Fernando con el que tuvo una preciosa historia de amor que duró solo una noche. A raíz de aquí, iremos descubriendo más cosas sobre su vida que harán que la lectura sea apasionante, con diversa temática y una visión del colectivo LGTB desde la perspectiva histórico-cultural de la juventud de Isabel.
Por último, recalcar que la obra comienza con un epígrafe en el que leemos un extracto de las memorias del poeta Marcos Ana y que tendrá gran relación con la historia que se nos cuenta. Hasta aquí voy a leer, ¡no quiero destapar más la magia de la lectura!
Y, por último de verdad, solo quiero decir que me ha hecho ilusión leer que la mascota de la protagonista se llamaba Felipe, como mi gato, que en paz descanse. De ahí la dedicatoria a esta reseña porque, de forma ilógica, lo he sentido un poco como una forma que ha tenido de saludarme. Te quiero, Feli.
1MENDUCUTTI, Eduardo. Para que vuelvas hoy. P-126. Barcelona: Tusquets, 2020